GUADALAJARA, JAL., (BI).- Para destacar casos de éxito y la innovación que se vive en el campo jalisciense bajo el liderazgo femenino, la Secretaría de Desarrollo Rural (SEDER) presentó el libro “Jalisco Gigante Agroalimentario, El campo se pinta de rosa”, dentro de las actividades de la Feria Internacional del Libro 2018 (FIL), informó su titular Héctor Padilla Gutiérrez.
Clarissa Franco Galindo y Alicia López Ramírez, de Ciudad Guzmán, la primera reconocida por la elaboración de exquisitos dulces típicos y la segunda por el sabroso ponche, fueron incluidas en la edición, lo que sin duda es un reconocimiento para el municipio,
El funcionario estatal comentó que la publicación resalta el protagonismo de las mujeres en el despegue actual del campo de Jalisco, dado que su aportación pasó de seis mil 500 millones de pesos (en el valor de la producción) en 2016 a 9 mil millones en 2017.
“Se multiplica su presencia en todas las actividades, no le tienen miedo a nada. Fuerte presencia en acualcultura y pesca, fuerte presencia en agroindustria, productoras de berries ejemplares, productoras de plátano ejemplares, productoras de productos deshidratados”, explicó el titular de la SEDER.
También hizo mención de que al cierre de julio de 2018 se registraron 87 mil 393 empleos formales en el sector rural, de lo que 25 mil 190 (28.8 por ciento) son mujeres, lo que revela también el papel femenino en el sector formal del campo.
Padilla Gutiérrez abundó en que este texto detalla cien experiencias de mujeres emprendedoras de todas las edades y en distintas actividades productivas, como los sectores agrícola y pecuario, además de la acuacultura y la agroindustria.
En la presentación también se hizo un comentario a otra publicación que lleva el título Jalisco Gigante Agropecuario 1000 y Una Ideas Chingonas para Emprendedores de Agronegocios, un texto en el que se destacan diversos tópicos en los que se ha avanzado en la transformación y valor agregado de productos primarios.
Entre los ejemplos mencionados en este texto figuran experiencias tales, como la conversión de los derivados del coco y la baba de caracol en productos muy demandados en las industrias de la salud y de los cosméticos. Otro ejemplo es aprovechar la cutícula de los crustáceos, como el camarón, para convertirlo en fertilizante orgánico.
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